Chimeneas de leña

Chimenea Leña

Vendemos e instalamos todos los productos que en este apartado le enseñamos, desde Chimeneas de leña. Siempre con las máximas garantías tanto de producto como de instalación. 

Siempre procuramos ofrecer el mejor producto o al menos el producto de leña que más se amolde a la necesidad de cada uno de nuestros clientes. Abajo puede ver las marcas que distribuimos para este tipo de chimeneas y estufas.

Ver chimeneas de Leña por marca:

Disponemos de las mejores marcas de chimeneas de leña del mercado para todos nuestros clientes. Somos distribuidores oficiales de cada una de ellas y nosotros mismos las vendemos y las instalamos. Marcas como StuvDovreMetalfireHwam y alguna mas hacen de nuestro catálogo uno de los más extensos del mercado y el que más posibilidades puede ofrecer a todos sus clientes dentro de las gamas que enseñamos aquí.

Nosotros instalamos las chimeneas de leña y le damos al cliente la garantía del producto que el propio fabricante ofrece por ley y además les damos la garantía de la instalación de la misma para su tranquilidad.

La mayoría de veces que oímos hablar de chimeneas de leña, lo más común es que sea vinculado al tema del ahorro energético y la sostenibilidad. Dos excelentes razones sin duda para tomar la decisión de hacernos con uno de estos aparatos.

En un momento en que las facturas de luz están desbocadas y mantenerse caliente durante el invierno parece más un lujo que una necesidad básica, las chimeneas de leña se posicionan como una alternativa de ahorro a considerar muy seriamente.

Cada vez son más las personas que después de hacer números y considerar los gastos que supone mantener caliente una casa durante el invierno con estufas eléctricas, entienden que invertir en una chimenea de leña no es sino un medio de ahorrar varios cientos de euros cada año.

También hay quienes aducen razones de tipo medioambiental y ecológico para incorporar las chimeneas de leña a sus hogares.

La preocupación por un crecimiento sostenible y la utilización de fuentes energéticas no contaminantes forma parte del estilo de vida de un buen número de colectivos, que tratan de aplicar estas ideas y conceptos a su vida diaria. Así, estas personas valoran especialmente el uso de la madera como combustible, ya que el dióxido de carbono que libera durante su combustión no contribuye al calentamiento global, tal y como hace el de los combustibles fósiles.

Pero todas estas no dejan de ser, en definitiva, razones prácticas o motivadas por un análisis razonado. Nada que ver con lo que nos lleva a amar verdaderamente las chimeneas de leña.

Porque lo que nos hace amarlas, lo que nos empuja a querer poseerlas, es esa sensación de calidez y serenidad que nos transmite el crepitar de las llamas. Esa luz tenue capaz de crear ambientes íntimos en los que podemos sumergirnos en la lectura de un libro o dejarnos vencer por el sueño poco a poco, disfrutando cada pequeño instante de ese proceso.
Si no has disfrutado de los incomparables momentos que te proporcionan las chimeneas de leña, podrás encontrar buenas razones para comprar una. Pero hasta que no la tengas no sabrás lo que es amarlas.

La densidad y el grado de humedad son los factores a considerar a la hora de elegir el combustible adecuado para nuestras chimeneas de leña. Una densidad mayor de la leña proporcionará un mayor tiempo de combustión y un mayor poder calorífico, mientras que si tiene un grado de humedad algo mayor de lo recomendable, el calor se empleará en evaporar dicha humedad, lo que produce emisiones de partículas, polución, y en general una combustión poco limpia.

Las leñas que ofrecen mejor rendimiento para su uso en chimeneas son las de Roble y Encina. En el caso de no tener acceso a este tipo de variedades, la leña de Olivo o la de Naranjo pueden ser sustitutos eficaces. Lo importante es utilizar maderas adecuadas que sean características de tu zona, lo cual siempre supondrá un ahorro en el precio, lo que es un factor que no hay que desdeñar.

Otro criterio por el que podemos guiarnos a la hora de elegir la mejor madera  para nuestras chimeneas de leña es el de la dureza.

  • Las maderas duras arden de un modo distinto que las maderas blandas, proporcionando mayor duración y calor, por lo que son idóneas para estos usos, puesto que logran que las brasas se mantengan incandescentes durante un mayor periodo de tiempo. Dentro de las maderas duras podemos incluir las del Nogal, Abedul, Olmo, Roble, etc.
  • Las maderas blandas no proveen de un gran poder calorífico, pero por el contrario, prenden más fácilmente, por lo que son ideales para encender las chimeneas de leña o avivar el fuego.  Entre las blandas, las más utilizadas como combustible de chimeneas de leña son las de Pino y la de Alcornoque.

Frente a la tradicional visión de una rústica chimenea de leña con el fuego a la vista, cada vez es más común que los hogares de nueva construcción se decanten por las chimeneas cerradas, tienen otras buenas razones que explican el por qué su popularidad va en aumento.

Las chimeneas de leña abiertas presentan un bajo rendimiento calórico. Puede que su aspecto rústico encaje perfectamente en una casa de campo o que sentarse frente a ellas escuchando el crepitar de la leña sea razón más que suficiente para algunas personas para decantarse por un modelo de estas características, pero todo eso no puede ocultar su pobre rendimiento.

Ello se debe a que el tiro de estas chimeneas de leña es muy amplio, entrando un exceso de aire frío a la vez que los gases de la combustión son evacuados previamente a que intercambien calor con la estancia. Diversos estudios hablan de que su rendimiento calórico apenas alcanza el 15 %.

Aun así, el competitivo precio de la leña hace que ese bajo rendimiento se vea compensado con los costes a los que  han de enfrentarse las chimeneas que funcionan con gas o electricidad.

Además, a este punto a favor hay que sumar que por apenas 1.200 € ya se pueden encontrar este tipo de chimeneas de leña en el mercado de primera marca, razón por la que no es difícil entender su popularidad.

Con un avance tan simple como el control de la entrada de aire en la cámara de combustión, ese rendimiento del 15 % puede verse incrementado hasta al menos un 75% y llegas a pasar del 80% en los modelos más modernos.  Al entrar menos aire, los gases de la combustión permanecen más tiempo en la cámara, produciéndose un intercambio de calor con la estancia que difícilmente pueden conseguir las chimeneas de leña abiertas.

Con una chimenea de leña cerrada ya no se pierde la visión de fuego como pueden alegar algunos clientes, ya que hay chimeneas de leña de guillotina que apenas llevan marco por lo que la visión de fuego es enorme y con la ventaja de poder disfrutar su chimenea de leña con la guillotina arriba sera como tener una chimenea de leña abierta, con las ventajas de tener mayores rendimientos, mayor seguridad y limpieza.

¿Y tú qué eliges? ¿Abierta o cerrada?